24 de abril, 2020
El colmo del confinamiento es…
– Que te quedes sin batería en el móvil.
– Que dar una vuelta a la manzana consista en poner la fruta mirando a la Meca (para mi amiga Carmen Pitti, que me dio la idea).
– Que tras el confinamiento, el primer día que salgas a la calle te coja la gripe estacional y tengas que guardar cama durante 15 días.
– Que en Canarias nos dejen salir unas horas a la calle y que se pase una semana entera lloviendo sin parar.
– Que te bebas unas cervezas en el salón y no llegues a la habitación.
– Que tu hijo de 35 años decida, ¡ahora sí!, que quiere independizarse.
– Que no sepas qué ponerte para ir al supermercado (muy manido, lo sé).
– Que en un arrebato de locura, te patees toda la ciudad, y te pare un policía local a cien metros de tu casa.
– Que el hombre (la mujer) de tu vida te pida “de salir”.
– Que Neflix –u otra plataforma- emita todas las temporadas seguidas de la serie The walking dead (y a ti te dé por verlas).
– Que tengas la película Átame de Almodovar y te la veas diez veces seguidas.
Porque, para colmo, si nos portamos mal y no respetamos el confinamiento, el castigo es atarnos a una silla de mimbre (al cabo de cinco minutos tienes el culito a rayas) y ponernos la televisión para que veamos durante una hora seguida los anuncios de todas las marcas registradas –y sin registrar- que nos recuerdan a cada momento que somos los mejores, que de esta salimos juntos, que gracias a nosotros el mundo se está salvando, que qué bien se está en las casas y la de cosas que podemos hacer, que la vida es maravillosaaaaaaaaa, aunque nosotros no sepamos apreciarlo…
Y si reincidimos, nos ponen las ruedas de prensa sin periodistas del presidente del Gobierno, para que veamos lo que es sufrir de verdad.
Y el colmo de los colmos del confinamiento, que vivas solo y te quedes encerrado en el baño.
Muchos besos (¡colmo no!)
Nota: si se te ocurre alguno más, cuéntamelo y lo añado. Gracias por tu colaboración.