Cada día, desde que le conocía, Ella escribía en su diario, pues necesitaba dar salida a las emociones tan fuertes que Él le hacía sentir. Cada día, puntualmente, salvo excepciones, Ella le hablaba a Él a través de sus palabras, haciendo lo que mejor se le daba hacer: escribir. Sigue leyendo
Ella y Él (primera parte de una trilogía)
Responder